colores transparentes

Wednesday, April 12, 2006

El tata y yo

Erase una vez una tierna niñita, Alejandrita, de 10 años. Aquella dulce criatura, junto con su familia (papá, mamá, hermano y hermana), tuvo una de las experiencias más expelunantes de la ella y su amada familia puedan recordar.
Era un tranquilo domingo, la familia se prestaba para salir a almorzar a un campestre restaurante de Olmue, ciudad que se encuentra cerca de la zona en donde alejandrita vivía. Todo iba saliendo de maravillas, ya habían ordenado lo que iban a degustar y se encontraban los cinco integrantes del clan saboreando una suculenta empanada.
Derepente, en medio de toda la calma característica de los domingos y del campo, entraron alrrededor de 15 hombres vestidos de impecable terno negro y gafas oscuras, casi sacados de Matrix. Los inocentes hermanitos no entendían que estaba pasando, no lograban imaginar el por qué estos caballeros se paraban uno a cada lado de las mesas que allí habían.
Y aunque Alejandrita y sus hermanitos no captaban mucho lo que estaba sucediendo, papá y mamá se estaban formando una idea de las truculentas imagenes de las que serían testigos. fue en eso cuando la mamita linda de alejandrita casi muere atragantada con una aceituna al darse cuenta de quien era el causante de la presencia de tantos guardaespaldas y de tanto alboroto.
Y a que no adivinan, si, era él, el CABALLERO, el otrora comandante en jefe de las fuerzas armadas y verdugo de más de una generación.
Mamá y Papá, tenían ahí, en vivo y en directo ante sus ojos, al sujeto al cual por casí dos décadas los había tenido con el alma en un hilo a ellos y más de la mitad del país. la situación se volvió aún más horrorosa cuando la gente presente en el local se levanto cual ola a nada menos que aplaudir al ahora olvidadizo Agustito.
fue en ese momento en que Alejandrita y sus hermanos se percataron que aquel octogenario, acompañado como de costumbre por Lucía (o si bien se prefiere "la VIEJA"), era nada más y nada menos que el caballero del cual tanto habían escuchado por parte de sus padres y la televisión.
la verdad es que en ese momento Alejandrita tuvo un poquito de miedo, ya a su corta edad había escuchado las atrocidades que el viejito había realizado en el país mucho antes que ella naciera. y es que, aunque era una niña, no era tonta y entendía perfectamente quien era él y de que era capaz.
Los padres intentaron irse, sin embargo, ya venían los platos en camino y había cero posibilidad de hacer un "perro muerto". Algunas familias que recién venían llegando huyeron olimpicamente y se salvaron de la incomoda sensación de comer a pasos del mayor asesino de la historia chilena del siglo XX. No falto la vieja que salto a los brazos del general a tomarse una foto con guagua y todo.
Lo más patético y penoso de todo fue cuando la familia se percató que aunque eran solo el CABALLERO y la VIEJA, habían seis autos. la familia solo pudo pensar que era tanto el terror, el miedo y la muerte que el CABALLERO había causado en este país, que nunca podría sentirse seguro al pensar de todos los que querían meterle un balazo en la sien o tal vez, el ser tan despiadado te hace pensar en aquellos que son igual que tu, o peor.
Nunca he podido olvidar aquel día, y aunque en ese momento por mucho que me habían hablado quien era Pinochet y lo que el había hecho en Chile, no fui capaz de entender a cabalidad lo que este personaje representa en la consciencia colectiva. Quizas ahora tampoco pued comprenderlo en un ciento por ciento, gracias al cielo no había nacido en aquellos oscuros años y no tuve que vivir con un ojo abierto y el otro cerrado.
Sin embargo, es imposible desligarse de su figura y de lo que en Chile aconteció, no solo porque mi madre siempre me habla de lo que ella vivió, sino porque quieralo o no de cierta forma cada uno de los chilenos esta ligado a la tetrica y ahora descompuesta figura del caballero. tal vez para algunos sea un salvador; hay quienes nunca podran sacarse la venda de los ojos. la ligazón que siento a Perroshit no es en absoluto positiva, todo lo contrario, su imagen durante años me dio miedo; ahora no siento miedo cuando lo veo en la televisión, me da risa su cara de podredumbre y su falsa actitud senil, y aunque no debería sentirlo porque no me ha hecho nada directo a mi, siento mas que un gustillo verlo como un viejo que moja la cama, que anda con la chata pa´arriba y pa´bajo y que sobre todo no pasará a la historia como un martir de haber muerto hace una más de una década. sino que pasará como lo que es, un viejo ordinario que mato y robo a su antojo y que ahora el tiempo y el olvido le están dando su merecido.

2 Comments:

Blogger CazaNovas said...

Buen recuerdo, mal personaje el q tuvo q ver alejandrita. Bueno Rei no se siente orgulloso de haber desfilado frente al "agustito" y casi como en una acto de inocencia infantil cuadrarse (todos los niñitos lo hicimos, ya era solo gral y alwin su monigote).
A mi viejo se le desfiguro el rostro, ese es mi unico episodio con el viejo..

10:06 AM  
Anonymous Anonymous said...

lo recuerdo muy bien...

la cara de ese "caballero" y la mesa llena de niños... q espero q hayan sido sus nietos xq o si no pensaria otra cosa de ese viejo, aunq si fue capaz de hacer las cosas q hizo(y deben haber otras mas x ahi que todavia no son de conocimiento publico).
Recuerdo tbn q los autos del "caballero" y de sus guardaespaldas no tenian la revision tecnica... (cosa extraña)


Pero lo q mas me impacta es el recuerdo de ese aplauso al momento de su entrada, la gente levantandose de su asiento como si recibieran a un verdadero "heroe"(siempre me ha parecido extraño ese concepto). Y que el dia de hoy ha pasado al olvido x ladron...

Extraño q la gente q lo seguia, lo ha abandonado x su figura como ladron y no x lo q lo hace un ser mas espeluznante aun, un asesino...



aqui desde la clandestinidad
un besoleso

11:23 AM  

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