colores transparentes

Monday, October 15, 2007

Salvia

Mi primera vez. Todos están esperando que lo haga. Me han hablado tanto del asunto que ya no se si lo quiero hacer. Por un lado, están las ganas de experimentar, pero otra parte está el miedo de que algo salga mal.

Me siento nerviosa, es parte de mi naturaleza. La mayoría de las cosas me provocan angustia y nervios. Pero una nueva política institucional del partido único de mi autogobierno totalitarista ha proscrito los miedos estúpidos y promulgado una ley que me obliga a tomarme las cosas con el máximo de relajo y cagarme en mis complejos y cuestionamientos de niñita estúpida con ganas de ser una mujer estúpida. Dispongo todos los elementos para ejecutar el acto. Estoy lista, en mi marca y ya partí.

Nada cambia, pasan un par de segundos y algo entra en mi, o mejor dicho, me empuja hacia un lugar desconocido y hermosamente desequilibrado. Una ola gigante se acerca y me lleva contra la pared, mi cuerpo es arrastrado sin voluntad y siento que puedo volar en reversa.

Estoy inmovilizada en la pared, pero allí puedo moverme con libertad. Trato de articular palabra alguna mas es imposible. Una brisa recorre mi espina dorsal despertando cada célula de mi cuerpo. Todo es tan claro, mientras viajo caóticamente a un mundo nítido y lleno de agua que no moja. Siento que respiró bajo el agua, ¡que sensación más maravillosa el vivir en aquel mundo acuático! Sin darme cuenta, todo ha llegado a su fin. Demasiado intenso para repetirlo al momento. Pero apenas vuelvo en mi ya quiero hacerlo otra vez.

Bendita Salvia, te tendría en mi cada vez que pudiera. Has calmado mis demonios y liberado mis placeres.


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