colores transparentes

Saturday, September 30, 2006

Un día no tan particular

Sólo cuando voy muy atrasada a la U (lo cual es casi siempre) me voy en colectivo (por lo que casi siempre pierdo muuuuuuucho dinero). El asunto es que un día no muy particular hasta ese momento me subí a uno. Lo primero que hice fue mirar al chofer, el cual era un señor de unos 60 y pico, pagué mi pasaje y para mi sorpresa me doy cuenta que dicho vejete iba escuchando un disco de Incubus. Fue como casi sospechoso que un hombre de su edad oyera ese tipo de música, la cual definitivamente no es de su época y que además se supiera la letra.

Horas más tardes, volvía hacia mi humilde hogar en el hermoso cerro Bellavista, luego de un extenuante día, en mi medio de transporte favorito: la micro. Como buena niña me senté en la primera fila (tal como Don Graff me ha enseñado), lugar desde el cual escuchaba perfectamente el dialogo que mantenía el chofer con un señor que iba sentado a su lado, en el asiento VIP.

El conductor y su amigo sostenían una de las conversaciones más interesantes (casi metafísica) que he escuchado en el último tiempo. Los comentarios de la dupla, me hacían mucho sentido y eran dignos de un cientista político o un economista. El “copiloto”, de camisa roja impecable, tez morena y pelo engominado, era un personaje digo de análisis. De su boca salían solamente palabras pronunciadas en un castellano perfecto, y eso que con suerte tenía 6 dientes. Dejaba al profesor Bandera chico y poseía un vocabulario que ya se lo quisiera mi profesor de redacción.

Los postulados de tan insignes hombres me tenían pasmada y a la vez, interesadisima, En eso se subió un viejo que, literalmente, se venía cayendo a pedazos. Vestido como los caballeros de antaño, con humita y bastón incluido. La momia ambulante, luego de un esfuerzo titánico, logró ascender, sentándose al lado mío. Siempre que veo a un anciano me da pena, por lo triste que es la vejez, vivir una vida solitaria y estar en un mundo que desconoces y que los desconoce. Crasso error el pensar así.

La imagen de pobre ancianito que ya tenía preconcebida en mi cabeza quedó por el piso cuando sonó un celular y mi nuevo acompañante sacó un teléfono celular que ya se lo quisiera el chico más top de Viña del Mar. Durante todo el trayecto, habrá recibido unas cinco llamadas y por lo que mis dotes de periodista me permitieron averiguar el vejete tenía una vida más activa que yo y que muchos de mi generación.

Al cabo de un rato, tanto el abuelito globalizado y yo, nos encontrábamos absortos con la conversación del micrero y su amigo. El estado de ensimismamiento sólo era interrumpido cuando el tatita me hacía algún comentario, los cuales eran bastante chistoso, lo que me logró sacar varias carcajadas. Dichos momentos eran aprovechados por el anciano para mirarme las pechugas, que si bien no son las más lindas de la región, de algo sirven.

En la plaza victoria el viejo califa se bajó yo seguí mi trayecto, y aunque me tenía que bajar sólo a pocas cuadras, reconozco que me quedé en la micro un rato más, únicamente para poder escuchar un ratito más al Libardo “chofer” Buitragro y al profesor Campusano del puerto.

El broche de oro para aquel día de emocionante viajes en medios de transporte lo puso un hombre regordete y moreno. Aquel sujeto era chofer y me conducía en horas de la noche hacía mi casa, luego de haber pasado a buscar a una amiga al plan. Pude admirar como el chofer se desenvolvía fluidamente en la lengua inglesa, mientras interrogaba a una gringa acerca de las bondades de nuestro país. Otro gran plop para mis impresiones anteriores acerca de los micreros.

No he vuelto a tener la oportunidad de conocer a sujetos como los de aquel no tan particular día vi. O quizás, simplemente, el futuro me traerá varios trayectos como los que tuve la suerte de presenciar. Tal vez, esas personas no son únicas en su clase y a mi sólo me falta viajar más.

Sunday, September 24, 2006

Ana, la ex hermana

Estuve durante 13 años recluída en el recinto penitenciario Colegio Nuestra Señora del Huerto. Dicho lugar era comandado por las "hermanas del huerto", las cuales eran una especie de deidad dentro de la fauna de autoridades de mi colegio, ya que el respeto que existía por ellas debia ser demostrado, ya sea cuando entraran en la sala de clases o cuando te toparas con alguna de ellas en el pasillo. Obviamente, en la intimidad de nuestras celdas nos reíamos de ellas, las pelabamos y decíamos las típicas cosas que dicen los subordinados frente a la autoridad.

Cuando estaba en en octavo básico o primero medio (no me acuerdo mucho en verdad) llegó a la comunidad de las hermanas del huerto, Ana, una mutación entre la hermana Angélica de Estúpido Cupido y la novicia rebelde. Si bien fisicamente, no tenía nada que envidiarle a una aceituna, Ana era diferente al resto de las de su comunidad: joven, simpática, entradora y renovada.

Debo decir que nunca pasé mucho a la hermana Ana, no le compraba su parada rebelde y un tanto contestaria (En general nunca le he comprado nada ni a los curas ni a las monjas), sentía que poco menos era una táctica comercial para atraernos hacia el mundo de "dios". Lo cierto es que, fuese sincera o no, su pose la hacia diferenciarse de cualquier otra monja que yo había conocido.

Una vez que salí del colegio, la rabía que sentía hacia él y hacía las hermanas del huerto comenzó a desencer, y aunque derepente me bajan ataques de ira por la mierda de enseñanza que allí me dieron, se me pasan lueguito. El asunto es que desde que ya no era una escolar me había encontrado un par de veces con la hermana Ana, ya fuese en la micro o en la universidad, ya que ella también estudia en la "ponticuma". En esos encuentros, ella siempre fue muy calida y amorosa, quizas como nunca lo fue conmigo en el colegio, por lo que me hacia sentir como en casa. Lo cual siempre se agradece cuando uno vive fuera de su tierra.

Hace un par de días, estaba esperando el ascensor en uno de los edificios de mi U. Las puertas se abrieron y varias personas salieron de él. Una mujer que descendió del elevador me quedó mirando y yo también me quedé mirandola, aun cuando no lograba darme cuenta de quién era. Se paró justo en frente mío, su rostro me sonaba familiar,pero yo estaba en blanco, y derepente PUM!!! me cayó la teja, era la hermana Ana, que ya no era hermana. Amigas me habían dicho que ya no era monja, cuando me contaron me impresioné, pero como Quillota es un pueblo chico, los cahuines están a la orden del día, por lo que hay que ver para creer.

No se porqué, pero cuando la vi, tuve la reacción más inesperada. Me tapé la cara con las manos, mientras agachaba la cabeza, no quería verla. No se porqué cresta, pero me llené de pudor, me dió un verguenza tan grande. No me logro explicar porque actué asi, sólo se que ella, que siempre había estado escondida bajo su negro hábito, al verle su pelo y su ropa de "civil" me hizo sentir desnuda.

En cuanto logré salirme de mi ensimismamiento la abrazé y le dije, con tono de ultra mega sorpresa, "hermana ana!!!". Al instante volví a caer en la cuenta que ya no era una religiosa, sino que era una más del montón, igual que yo. No habremos conversado más de cinco minutos, sin embargo, se me hizo eterno, no porque fuese una charla aburrida, sino porque tenía un nudo en la guata. Me contó que estaba tratando de acostumbrarse a su nueva vida, que hace poco que se había sacado los hábitos y que producto de ello estaba teniendo uno que otro problema económico.

Lo más cuático era verle el pelo, lo tenía corto y castaño. El saber como era el pelo de las monjas en el colegio constituía un misterio sin resolver. Nos despedimos con un abrazo y cada una se fue por su lado. Aún no logró entender porque me senti tan nerviosa al verla ni porque reaccioné como lo hice, jamás pensé que me pondría asi. Tal vez, al igual que yo, ella también sintió un nerviosismo arbitrario y racional apretandole las víceras.

La hermana Ana ya no existe, sólo queda Ana, la mujer, la joven, la estudiante. Brindo por ella, no porque me alegre que la iglesia católica pierda representantes ( bueno, si, un poquito), sino porque se atrevió a dar dos pasos que de seguro, para bien o para mal, serán los más importantes de su vida: renunciar y retomar.

Ana había renunciado a su vida para entregarla a un dios y en esa opción dejaba atrás a su familia e individualidad y se hacía acreedora de una fertilidad y femeneidad abortada. Años después, en una decisión que debe haber sido más difícil que la renuncia, Ana (vaya a saber uno porqué razón) retoma lo que había dejado stand by. Renuncia a una vida consagrada a un dios para retomar una consagración hacia ella misma. Espero de todo corazón que le vaya bien en su camino y que su dios no la abandone.

Thursday, September 21, 2006

Welcome primavera

Welcome primavera

Ya parece un cliché el decir que la primavera, aparte de un centenar de alergias, trae un anhelo indescriptible de amar y ser amado. La verdad es que para mi, esta época del año ha llegado en gloria y majestad a mi vida, si bien no siento ganas de enamorarme, si deseo la presencia de un macho cabrío a mi lado.

La gente está más alegre, los días son más iluminados y todo parece ser mejor. Es en este marco digno del mundo de Bilz y Pap en el que uno desearía la compañía de un semental como los de antaño. Alguien que sea digno de llamarse con hombre con todas sus excitantes letras.

Si hay algo que detesto de los hombres de mi generación es su maldito afán de querer ser estilosos, alternativos, flacuchentos, sensibles o de querer desarrollar su lado femenino. En cualquier estación del año, este tipo de chicos no estaría mal.

Sin embargo, en primavera lo único que uno quiere es un típico macho chilensis, un He-Man cualquiera, casi un Hulk, negro, hediondo, feo y peludo. Bruto, tonto, poco letrado, que no quiera tratar de responderse preguntas existenciales ni nada por el estilo. Solo quiero que me haga reír, su cariñito loco por ahí y lo demás para la imaginación.

Y es que la primavera revoluciona las hormonas de muchos, como las temperaturas comienzan a elevarse, la vestimenta se vuelve más ligera, se muestran más cositas y a aquellos que somos corazones solitarios no nos queda más que esperar que el tiempo se apiade de nuestra existencia y nos tire un salvavidas para salir a flote y calmar el mar de excitación.

De preferencia me gustaría un flotador alto, moreno, con sus tutitos y posaderas bien puestas, de sonrisa tierna, pero a la vez de mirada seductora y juro que no pido más, por lo menos, hasta que termine la maldita primavera.

Thursday, September 14, 2006

UN DÍA EN LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA (O MEJOR DICHO, LA BLONDILAND)

Como buena aprendiz de periodista me dirigí al Congreso Nacional de nuestro país a reportear para mi ramo de periodismo radial. Lo único que quería era un par de cuñas y una muy querida amiga me pasó el dato que en ese lugar habría una manifestación contra la píldora del día después.

Llegué “al lugar de los hechos” a la hora indicada. Sin embargo, no había nadie sólo uno que otro adolescente, que supuse, eran `parte de una delegación que iba al típico tour por la sede del poder legislativo.

Aunque llevo casi dos años estudiando periodismo, nunca había ido a reportear sola, siempre me acompañaba mi eterna compañera de aventuras, por lo tanto el trauma de tener que acercarse a un desconocido y hacerle preguntas no era muy grande. Pero esta vez estaba sola, mi adorada camilita no estaba ahí para apañarme.

Sola y sin nadie a quien entrevistar, ya veía que no podría hacer mi noticia y me sacaría otro uno. Comenzaba a desesperarme cuando escuché la conversación de un par de viejos que estaban al lado... Bingo¡¡¡¡¡¡, venían a la protesta, me acerqué y les metí conversa. Ellos pensaron que yo también iba a manifestarme contra la “abortiva” píldora y yo para poder seguir hablando con ellos, les seguí la corriente.

Resultado que los jóvenes que yo había visto no eran de una delegación escolar, sino que eran “manifestantes”. Todos tenían una tira de género negro amarrada en el brazo izquierdo. Uno de ellos se acerco y me pasó una, yo la recibí y la guarde en mi bolso, ni loca me la ponía.

El plan de los adversarios del postinor-2 era entrar a la hora de incidentes de la cámara de diputados, por lo que teníamos que hacer la cola para sacar la bendita tarjeta que dice "tribuna". Estuve casi dos horas de pie esperando poder entrar al congreso. Entretanto, llegó una par de micros de las que se bajó mucha gente. Eran casi puros pre-púberes. Venían a decir lo mal que se sentían por la política de salud pública tomada por el gobierno.

Durante la eterna espera en la maldita cola para entrar comencé a observar al enemigo. Yo no soy morena, pero en eso momento me sentía como una africana, todos los que estaban allí eran rubios, de ojos verdes o azules, regios y esbeltas. Había uno que otro morocho, no creo que hayan sido más de cinco.

Y ahí estaba yo, entre pura “gente linda y de bien”, escuchaba sus conversaciones y pensaba para mis adentros, estos niñitos (habían muchos que con suerte estaban en segundo medio) no tienen idea donde estaba parados. Por lo que logré oír, lo único que querían era a insultar a alguien, en especial si era de la concertación.

En más que otra oportunidad tuve que contener la risa, porque de verdad no entendía como niños que no saben nada de nada pueden estar en contra de una medida que en definitiva no entienden. No quiero encasillar a todos, varios de lo que estaban ahí tenían plena conciencia de lo querían reclamar, tienen todo el derecho a replica, por algo estamos en un país “libre”, pero eran los menos.

Luego de ser atropellada por una niña de bien, la cual, se coló en la fila y, literalmente, me quitó mi tarjeta para entrar, pude hacer ingresó a la cámara baja, que por lo demás estaba casi desértica de diputados, no así en las tribunas, las cuales estaban llenas. Mientras los parlamentarios de la UDI y RN hablaban, los niños rubios a mi alrededor aplaudían y gritaban consignas tales como “EL PUEBLO UNIDO DEFIENTE AL INOCENTE”.

La toletole comenzó cuando en la tribuna opuesta, seis miembros del partido socialista tiraron panfletos hacia los diputados momios, mientras eran abucheados por los rubios. Ahí comenzó el griterío y amenazaron varias veces con desalojarnos.

Los encontrones siguieron una vez que los rubiecitos bajaron al hall del congreso y se pusieron a gritar como locos “asesinos” a los del PS, los cuales eran considerablemente menos que sus adversarios, por los que tuvieron que ser ayudados por los pacos del recinto.

Una vez afuera, el griterío no se podía contener, la decena PS acusaba a los niños de bien de comprar pastillas en el mall e ir hacerse abortos a Brasil. En ese punto yo estaba muerta de la risa. Todo iba siguiendo el curso normal de lo que es una manifestación hecha por gente que en su vida ha tenido que manifestarse por nada, cuando de repente todos los rubiecitos y bonitos se pusieron a gritar “Pinochet, Pinochet”, en ese momento realmente pensé que me iba a dar un síncope.

Niños de 15 años gritando el nombre del tirano fue más de lo que yo podía soportar, que clase de educación reciben esa tropa de humanoides en sus casas que terminan abogando por la vida de los inocentes, pero que a la misma vez vitorean el nombre de un asesino. ¿Cómo puedes defender la vida y condenar a las personas que toman la opción de abortar y apoyar al mismo tiempo al hombre que hizo sangrar al país?

Luego de que carabineros tuviera que intervenir para salvar la vida de los chicos del PS, un par de viejas momias se pusieron a bailar zapateo americano sobre la bandera de dicho partido político. También una facha le pregunto a uno del otro bando que en que universidad iba y este le respondió que en la Católica de Valpo, y ésta le espeto que como podía ir en una universidad católica y ser del partido socialista. ¿acaso ahora todos los que tenemos un pensamiento izquierdista tenemos que irnos a la UPLA y ser un ghetto?

Cuando logré recuperar mi carnet de identidad me alejé de la horda de niñitos bien y desde ese momento no puedo dejar de pensar qué mierda le pasa a las futuras generaciones, este será el futuro que nos espera. Niñas de 15 años diciendo que les daría lo mismo tener un hijo fruto de una violación, que el tener relaciones sexuales debe ser sólo después del matrimonio, ya que antes es pecado y hombres insultando a la diputada Isabel Allende y riéndose de las condiciones en que murió su padre..

Si este es el rumbo que llevamos yo no voy, lejos me quedaré de los niños rubios de ojos azules o verdes, con apellidos rimbombantes, de colegios lanijudos, y peor que todo eso, poseedores de ideas retrógradas y que ni siquiera son de ellos, ya que lo más seguro es que sus padres les lavaron el cerebro, y ellos como fieles siervos se tragaron el cuento del paraíso sin siquiera digerirlo.

P.D.: Si alguien considera este escrito lleno de prejuicios, debo aclarar que si, soy prejuiciosa al igual que todo el mundo, y prefiero tener prejuicios antes que estar cerca de gente como la que acabo de describir.

Monday, September 11, 2006

11 de septiembre



Definitivamente, el 11 de septiembre es una fecha que a nadie deja indiferente, ya sea que te alegre o te entristezca.

En Chile, algunos estarán protestando por los revolucionarios caídos durante la dictadura que se instalo en nuestro país en este día. Uno que otro irá a algún acto en el cual obviamente se le hará un homenaje a Salvador Allende gritarán las ya archi conocidas consignas y se irán a sus casas con más rabia y pena que de costumbre, ya que no han obtenido la justicia y verdad que tanto han anhelado y merecen.

Otros quizás estén recordando lo feliz que fueron aquel gris día en la historia de nuestro país. Y aunque ahora está de moda ser anti-pinochetista, igual, en la intimidad de sus hogares, sentirán regocijo por haber apoyado el “gobierno” que salvo al país de los comunistas-marxistas-leninistas-comeguaguas.

En Estados Unidos y los demás países que les chupan las medias, lloraran y recordaran el atentado a las Torres Gemelas. Aunque me atrevo a decir, que no sufrirán tanto por las miles de personas que allí murieron, sino por lo que la caída del World Trate Center significa para ellos en verdad; una herida en lo que más les importa: el orgullo de ser “norteamericanos”. Se sienten el pueblo elegido, por lo que una tropa de árabes tercermundistas hayan traspasado sus fronteras y echado abajo el símbolo de su poderío en el mundo, es como diríamos en buen chileno, un ají en el poto.

Puede ser que muchos en todo el mundo sientan este día como el que hizo a Estados Unidos ponerse de rodillas y asumir su humanidad, por lo que todos los loquitos que tienen el discurso anti-imperialista sentirán que este es un día no muy triste.

En Irak y Afganistán deben sentir que este es el día que firmó su condena a muerte, ya que desde que ocurrió el atentado a las torres gemelas una nube negra se posó sobre sus tierras, teniendo que aceptar la consigna de Bush : “pagaran justos por pecadores (y también obtendré mi oro negro)”.

Para mi este es un día feliz, no porque sea pinochetista o me alegre lo que le pasó a los gringos. Simplemente es que hace 47 años nació el hombre que me dio el ser, el que se ha sacado la mierda para mantenerme a mi y a mi familia. Hace 47 años nació Francisco Javier Rey Martínez, un hombre esforzado que ha tenido caídas y errores, pero que siempre ha sabido levantarse con la frente en alto, asumiendo sus falencias y haciéndome entender que la vida está hecha de errores, y no por eso es menos valiosa. Un hombre que ha llegado más lejos de los que muchos pensaron, un hombre al cual no siempre le hago ver lo agradecida que estoy con él.

Papito de mi corazón, para mi este es tú día y de nadie más. No importa que Pinocho, terroristas o Bush hayan tratado de robártelo. Creo que si todos supieran que hoy s tu cumpleaños, nadie pensaría en el pasado, en lo que hicimos o dejamos de hacer y se irían a celebrar contigo.

Muchas felicidades y te amo!!!!!!!!!!!!!!!


Wednesday, September 06, 2006

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Cuando la crisis llega, definitiva e irreductiblemente, llega.

Parece una imbecilidad afirmar tal redundancia.

Pero la verdad es que uno nunca se da cuenta cuando está con la mierda hasta el cuello.

Hasta que estás completamente sumergido en ella.

Escribir se ha vuelto una necesidad que no puedo satisfacer.

Dormir se ha vuelto un alivio exclusivamente momentáneo, nunca parece suficiente, es horrible dormir diez horas y despertar con sueño.

Martirizarme se ha vuelto algo completamente patético, digno de una teleserie venezolana en donde yo soy el personaje paquete al cual sólo le pasan todas cosas malas y en el último capitulo muere.

Ir a clases se ha vuelto una obligación que no estoy segura si quiero seguir cumpliendo.

Cansada de estar cansada, y más cansada aún de autocompadecerme.

Quiero un zoom anatómico.

Quiero una pistola, no para matarme, solamente para tener la posibilidad.

Quiero ser famosa.

Quiero que un par de personas se mueran

Quiero ser reina y subdito al mismo tiempo.

Quiero que un par de personas resuciten, ¿Por qué me dejaste? Nunca tuve tiempo para decirte de verdad cuanto te quería mujer de violeta.

Quiero ser Dios y hacer por una vez lo que yo quiera con el mundo.

Quiero poder y corroerme en él.

Quiero que nadie lea esto.

Quiero dinero.

Quiero vivir en el anonimato.

Quiero ser astronauta, bombero y bailarina de ballet.

Quiero ser puta, la más puta de todo Chile.

Quiero ser santa, la mas santa de todo Chile.

Quiero ser mala, perversa, no sentir.

Quiero mandar todo a la mierda, largarme, irme, morirme, resucitarme y volver a empezar, pero esta vez con el pie derecho.

Sunday, September 03, 2006

Cobarde y llena de rabia, ¿Que más puedo pedir?



Debo decir que en momentos por los que estoy pasando la ira es casi lo único que corre por mis venas, y aunque he tratado de deshacerme de este sentimiento, mis esfuerzos han sido infructuosos. Definitiva y absolutamente tengo rabia, mucha rabia.

Tengo ganas de hacerle daño a la gente, que sufran y no sentirme culpable por ello. Es más, quiero que se me premie por ser políticamente incorrecta. ¿Por qué será que solo lo socialmente aceptable tiene una recompensa?

Creo que llegó el momento que las personas que no tenemos ni valores ni sentimientos positivos en nuestros corazones recibamos un reconocimiento social. Estoy aburrida que solo los chicos buenos del barrio tengan una cuadra con su nombre o una estatua de su figura en alguna plaza pública del país.

Me gusta reírme de los demás, de su desgracia ajena y de lo mal que lo pasan. Desde chica he sido así, y a pesar que por varios años esta cualidad ha pasado desapercibida para la mayoría de las personas que frecuento (e incluso para mi propia persona), es en semanas como estas en las que he dejado despertar al gigante de ira que siempre ha vivido en mi. No pienso sentirme culpable por algo que es más fuerte que mis ganas de ser buena.

Será que el sistema me cagó o que no tuve una buena educación, la respuesta no la se. Sólo tengo la certeza que los pasados acontecimientos en mi vida me han llenado de ,más ira de la que nunca he tenido.

Y es que las cosas que he tenido que presenciar en los últimos días me han hecho darme cuenta de la mierda que hay alrededor. Me di cuenta que no me gusta ser correcta, ojalá hubiese tenido el valor de gritarle en sus caras el repudio que siento por ellos y cagarme en toda su palabreria barata llena de hipocresía. Fui cobarde, me contuve y creo que eso aumento la rabia que ya tenía.

Tengo rabia con aquellas personas que tienen el sartén por el mango y poseen el más alto grado de cinismo que he visto en mi vida. Te saludan en los pasillos con una sonrisa como si tu fueras su persona favorita. Me carga la gente hipócrita, deberían matarlos a todos.

Me carga que EL este contento y yo no. Me da rabia que no este solo y yo si. Me da rabia que demuestre al mundo lo feliz que es. Me da rabia verle su cara de imbécil y de mamón. Se me llenan los ojos de un odio incontrolable el sólo escuchar su puto nombre. Me da rabia que la gente hable de él y me da más rabia aún que el weon sea tan deficiente mental como para no entender que estas palabras son para él.

Quiero volarle los sesos a alguien, tengo a una que otra persona en mente. Me da exactamente lo mismo en este momento sus familias y amigos, ojalá tuviese el valor para hacerlo y no sentirme como la mierda por ello.

Me da rabia estar escribiendo esto, porque se que no soy una mala personas, pero aun así, quiero serlo, y eso es lo que más me llena de ira.



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